‘Flash’ está decepcionando en taquilla con unos ingresos en Estados Unidos de escasos 55 millones de dólares durante su primer fin de semana en cines, una cifra por debajo de los 70 que Warner esperaba conseguir. Un fracaso que no solo se debe a problemas comentados, como sus efectos digitales o el hartazo de cameos gratuitos, el problema de DC tiene que ver con un agotamiento general del cine de superhéroes y su tendencia a suplir historias sólidas con apariciones sin justificar.
En general, hay alarma en Hollywood por la pobre taquilla a las puertas del verano, pero si analizamos los cuatro fracasos de estas dos semanas nos encontramos que ‘Elemental’ es otra vez la misma película Pixar con diferente temática para humanizar “cosas”. ‘Transformers’ va por su séptima película que nadie ha pedido y ‘La sirenita’ es el segundo remake de acción real Disney en menos de un mes. Por no hablar de la decepción con ‘Fast X’ que, por si nadie se había percatado, lleva un 10 en el título. Podemos decir que hay una tendencia generalizada a la explotación.
‘Flash’ es una película que explica ella sola el fracaso de Warner con su proyecto de superhéroes DC. Siempre a rebufo de Marvel, produciendo detrás con las mismas fórmulas, pensando que va a funcionar, y ahora con la feliz idea de seguir el estreno de ‘Spiderman: cruzando el multiverso’ el mismo mes. Es decir, estrenar otra de multiversos, crossovers, superhéroes y cameos menos de 15 días después de un pelotazo con parecidos evidentes. Un ojo clínico en la jugada de esperar toda la postpandemia para sacarla justo ahora, quizá encomendándose a que como la de Marvel es de animación y para niños, no afectaría.